Referir la obra de Emmanuel
Carballo (Guadalajara, 1929-D.F., 2014) a partir de un puñado de opiniones
sobre varias personalidades locales, aún presentes entre nosotros, significaría
rebajar a la categoría de curiosidad su trabajo de más de seis décadas,
riguroso e inteligente, por encima de cualquier duda. Certero en sus juicios,
sus palabras de 1966 son acertadas y justas: “mis impresiones de Jalapa son
casi inexistentes y los retratos de la gente, imagino, bastante subjetivos” [Diario
Público (1966–1968)].
A
Carballo se debe no nada más el justo valor de autores literarios del siglo xx
(por ejemplo, su descubrimiento de casi la totalidad de los escritores
de la Generación de Medio Siglo y de La Onda), sino también del siglo XX
mexicano, desde José López Portillo y Rojas hasta Ignacio Manuel Altamirano o
Vicente Riva Palacio. Es posible que su obra sólo resulte significativa y
valiosa para “gente esnob y escritores de varios tipos”, como solía escribir;
el público “lector” en general, acaecida su muerte, sólo reparaba en sus
juicios escandalosos mientras se lamentaba de la muerte de García
Márquez, considerando a Carballo envidioso de la fama de Xavier Velasco y Laura
Esquivel por denunciar de ambos su pálida estampa de “escritores de cuarta”
frente a, pongamos por caso, Arreola, Revueltas, Garro o Villaurrutia, para no
mencionar al resto de sus potestades admiradas, presentes en varios de sus
libros de entrevistas, poesía, cuento, ensayo, investigación, memorias, poemas
y cuentos en antologías y prólogos.
La
noticia de su muerte llegó a todas las páginas de cultura de los medios
impresos y digitales, incluida la BBC, El País…, inclusive en Letras
Libres, donde Christopher Domínguez Michael escribió un perfil breve,
lúcido y digno de Carballo
(http://www.letraslibres.com/blogs/fragmentos/emmanuel-carballo-1929-2014), a
pesar de la opinión del jalisciense sobre el autor de Servidumbre y grandeza
de la vida literaria. Es notable la conclusión de Domínguez Michael
respecto del trabajo total de Carballo: “visionario en su sentido de la
oportunidad crítica y el descubrimiento de los autores”, al final le reprocha
su falta de talento para el ensayo, presente sin embargo en su último título, Párrafos
de un libro que nunca publicaré (CNCA, 2013).
Rescato
en estos breves extractos lo sostenido por Emmanuel Carballo en vida, no sólo
como un mínimo homenaje a su trabajo ordenado, valioso y constante hasta el
final de sus días, a pesar de lo demoledores y fulminantes que pudieran ser sus
opiniones y juicios. En medio de su solitario velorio, el poeta Jaime Labastida
recordó lo que podría ser el epitafio perfecto para Emmanuel Carballo: “Cuando
me muera van a necesitar dos ataúdes: uno para mi cuerpo, otro para mi lengua”.
Breve
abecedario del crítico Emmanuel Carballo
(para poner en recuadro)
Alfonso Reyes: Con don
Alfonso Reyes como nuestro general en jefe logramos derrotar el nacionalismo
[literario]. Yo sin Reyes no sería lo que soy. Es mi santo y seña. Pero
conforme pasa el tiempo he dejado algunos de sus libros para personas más
jóvenes.
Christopher Domínguez Michael: Christopher
Domínguez actúa como si fuese europeo. Ya tiene veinte años –de crítico– y no
ha descubierto un autor, no ha programado una obra maestra, habla de sus
amigos, habla de los libros de otras literaturas y sus notas críticas son
inferiores a las notas críticas que gente de otros países ha hecho de los
mismos libros. No se puede jugar a ser en tu país un extranjero.
[Abraham G.
Martínez, “Memorias de un protagonista de la literatura mexicana. Entrevista a
Emmanuel Carballo”, Universo del Búho, núm. 64, junio, 2005. Disponible
en http://www.reneavilesfabila.com.mx/universodeelbuho/64/64-martinez.pdf]
Crítica: En la
crítica uno tiene que olvidar sus puntos de vista y entrar a esas obras que a
uno le interesa para decir lo que piensa de ella.
Crítica literaria: Cada
época tiene la crítica literaria que se merece: buena, mala, regular,
excelente. Cada veinticinco años cambian totalmente las ideas estéticas,
filosóficas, políticas, históricas. Dos días después de los veinticinco años
las personas dicen: “Cómo admirábamos a Alfonso Reyes o a Juan Rulfo si tienen
tantos defectos. Alfonso Reyes era un señor que no sabía griego y traducía a
Homero; era un hombre que nunca se atrevió a decir que estaba enamorado; vivía
todo a escondidas; sus amores nunca llegaron a sus poemas; nunca hizo novelas;
fusilaba textos de otras lenguas y los traducía al español.” Yo adoro el estilo
de Reyes pero no estoy, ni estuve, ni estaré de acuerdo con su visión del
mundo.
[Ixchel
Cordero, “Cada época tiene la crítica literaria que se merece. Entrevista a
Emmanuel Carballo”, Revista de la Universidad de México, pp. 85-90.
Disponible en http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/2706/pdfs/85_90.pdf]
Críticos actuales: Los he
leído en un principio, pero después de haberlo hecho durante tres años me di
cuenta que no son críticos y no tienen nada importante que decir. Son
chapuceros que hablan de la gente que les conviene hablar y olvidan de una
manera señorial a todos los escritores que no están dentro de su manera de
pensar, de sentir y de vivir.
El ejercicio de los géneros
literarios: La poesía no ha sido generosa conmigo, pero
la he amado profundamente, quizá más que los demás géneros literarios. Me ha
ido mejor en la crítica y el ensayo, que es donde más o menos he logrado
encontrar mi manera más personal de ser.
Enrique Krauze y Vuelta: Los
pleitos que inventó Krauze para quedarse con la revista (Vuelta)… Creo que
fue la cosa más tonta de Paz haber preferido a Krauze y no a Fuentes. Fuentes
era la verdadera literatura mexicana. Krauze ha leído, pero no ha dicho
especialmente nada importante. ¿Qué ha dicho en literatura que me haga verlo
como un maestro? Sus puntos de vista siempre tienen algún acompañante ilustre
del pasado, pero no está solo en sus aventuras sobre el valor de un autor
determinado.
Escribir: Yo sigo
escribiendo. Y no dejo de hacerlo todos los días. Lo difícil es que hoy escriba
y mañana lo acepte porque esto pasa por muchas correcciones. Hay cosas que
empecé a escribir en 1954 y no se publicaron hasta 1960, 1970 o 1980. Uno
trabaja y trabaja, pero unas veces se acierta y otras se fracasa.
Gabriel García Márquez: Tiene
cuentos realmente notables, quizás algunas novelas bajen de ritmo y quizás
algunos cuentos en el futuro inmediato suban. Es un gran escritor. Yo leí los
originales de Cien años de soledad que Gabo me dio para que corrigiera. Pero se los entregué tal como
me los entregó, sin ninguna anotación, porque no había nada que corregir. Todo
estaba muy bien puesto y en el lugar adecuado.
Literatura: La
literatura es la conjunción entre un tema y la manera adecuada de tratarlo. El
puro tema es como un bistec crudo y a mí no me gusta la carne tártara. La
literatura es el tema, más la estructura, el estilo y, en el caso de una novela
o cuento, la creación de personajes.
Los Cinco Maestros [Alfonso Reyes,
Martín Luis Guzmán, José Vasconcelos, José Gorostiza y Octavio Paz]: Mientras
que los cinco mejores escritores de los que hablamos son de escala mundial, los
lectores que tenemos son de escala mexicana, de país subdesarrollado, que no
entiende a sus propios autores. Ahora se lee a Laura Esquivel y Xavier Velasco,
escritores de segunda, tercera y cuarta categoría, facilones, para secretarias
que mascan chicle y para muchachos que no tienen la menor cultura literaria.
[Agencia
de noticias Al momento, “Laura Esquivel y Xavier Velasco, escritores de cuarta
para ‘secretarias masca chicle’, dice el crítico Emmanuel Carballo”, núm. 27,
marzo, 2014. Disponible en
http://www.almomento.mx/laura-esquivel-y-xavier-velasco-escritores-de-cuarta-para-secretarias-masca-chicle-dice-el-critico-emmanuel-carballo/]
Obras futuras factibles de realizar: Me
gustaría hacer en los próximos años quiénes fueron mis grandes autores y esos
autores qué significan en este momento en mi obra y en mi vida.
[“El
crítico pone orden: Emmanuel Carballo”, entrevista con Juan Carlos Talavera, Excélsior,
18 de febrero, 2014. Disponible en
http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2014/02/18/944324 y
http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2014/04/21/954940]
Octavio Paz: Paz ha
sido mi gran maestro y mi gran enemigo en batallas literarias. Siempre
estuvimos política y literariamente en esferas distintas, aunque yo lo admire
profundamente como escritor.
Rulfo y Arreola: Rulfo,
hay que recordar, suplió la falta de muchos libros con la excepcional calidad
de sus dos obras: El llano en llamas y Pedro Páramo. Lo que sí me
da una gran tristeza es que se tenga olvidado a un gran escritor de la misma
generación de Rulfo: Juan José Arreola. Borges decía que uno de los grandes
cuentos del siglo XX era “El Guardagujas”, que figura en las antologías más
estrictas de cuento a escala mundial.
[Agencia de noticias Al momento, “Laura
Esquivel y Xavier Velasco, escritores de cuarta para ‘secretarias masca
chicle’, dice el crítico Emmanuel Carballo”, núm. 27, marzo, 2014. Disponible
en
http://www.almomento.mx/laura-esquivel-y-xavier-velasco-escritores-de-cuarta-para-secretarias-masca-chicle-dice-el-critico-emmanuel-carballo/]
Sobre la literatura mexicana: He
cometido un error muy grande. Mi amor por las letras mexicanas me ha hecho
olvidar en cierto momento figuras importantísimas de la literatura no solamente
de lengua española sino de otras lenguas. Más o menos me muevo con facilidad en
la literatura mexicana, pero sáquenme ustedes de la literatura mexicana y soy
un crítico de tercera categoría. Yo tengo mis campos pero no pude llegar a más.
♦
Por Juan Javier Mora-Rivera