Hay que dejarse la máscara |
Karina
Eguía, egresada de la Facultad de Teatro de la
Universidad Veracruzana, imparte en Xalapa el Taller intensivo de teatro
gestual, siguiendo la pedagogía teatral de Jacques Lecoq. En tanto he formado
parte del taller la experiencia es cercana. Distintivo de este entrenamiento es
construir acciones escénicas en tiempo presente; partir de una idea que se
dialoga en la propia escena sin recurrir al texto, por lo tanto la figura del
director no existe, el creador/ra y los compañeros, quienes viven el acto,
forman la creación escénica. Karina Eguía cursó estudios durante dos años en la
Escuela Internacional de Teatro Estudis Berty Tobías en Barcelona, gracias al
apoyo del Fonca. Este taller se inicia de manera permanente como un compromiso
de compartir lo aprendido con costos muy
accesibles. Concluye en diciembre y como muestra de trabajo habrá una
presentación en Área 51.
¿En qué
consiste la pedagogía de la creación teatral de Jacques Lecoq?
La pedagogía de la creación teatral es básicamente un trabajo destinado a
la creación escénica y de personajes mediante diferentes análisis de movimiento
que Lecoq estudió a lo largo de su vida. Son herramientas básicas que ofrecen
al actor la investigación de movimientos corporales, que normalmente son fuente
de estudio en otras áreas, como por ejemplo la natación, atletismo, lanzamiento
de disco, entre otros. Él, aparte de ser actor, director, fue maestro de
educación física y deporte, y se dio cuenta que estas disciplinas potenciaban
la energía en el trabajo escénico. Es una metodología para la creación
escénica, y para que quien se acerque a la técnica pueda crear su propia manera de hacer teatro, tomando en
cuenta la situación política, cultural, entre otras cosas, con la finalidad de
que el actor no sea sólo intérprete sino que también englobe una visión
integral en el escenario.
Una de las
herramientas de trabajo escénico que implementa la pedagogía de Lecoq, es la
memoria del viaje personal. ¿Por qué?
Cuando comenzamos a hacer teatro no sabemos si vamos a construir un grupo
sólido, o cuál será nuestro destino, aspiramos a muchas cosas, pero no siempre
contamos con un grupo estable. Lecoq enseña que hay un primer periodo en el
análisis de los movimientos, y son los desplazamientos cercanos a la pantomima;
por ejemplo la técnica de los puntos fijos, que demarca cuál es mi objetivo y a
dónde quiero llegar, en síntesis la justificación de las acciones. El segundo
paso en este primer periodo es la creación de la geometría espacial y corporal,
la construcción de la escena a manera de improvisaciones –situaciones
creativas–, donde el movimiento ya es parte de uno, para plasmar en escena lo
que uno quiere ver, sin entrar en conflicto sobre cómo hago la acción. Esta
posibilidad se construye gracias al análisis de las distintas materias,
recreadas en el cuerpo del actor; por ejemplo el ser agua, fuego, viento,
azúcar, papel, etc. La dramaturgia corporal ofrece una inmensidad de
posibilidades, no hay límites. En un segundo periodo tratamos los distintos
géneros del teatro: melodrama, coro, bufones y hasta lo último se toca el
clown; en este punto el actor o creador ya conoce su cuerpo como herramienta de
trabajo y lo que es capaz de hacer. Es todo un proceso y la idea es pasar por
las distintas capas del material técnico que Lecoq ofrece, siempre buscando que
surja del sentimiento verdadero.
¿Qué
importancia le da Lecoq a la máscara
neutra?
Es una herramienta pedagógica para potenciar el trabajo corporal del actor
y su proyección con la mirada; es un rostro en calma, neutro, que nos invita a
la creación, a buscar e investigar en el espacio. La máscara neutra no tiene
pasado ni futuro –sólo un presente–, no ríe ni llora, pero sí está en actitud
de recibir. Con la máscara vemos todo por primera vez, y nos sorprendemos por
cada cosa. Es una posibilidad para entregarse al mundo en su imaginación y para
construir en el espacio vacío. El trabajo de la máscara neutra se termina sin
la máscara neutra, la idea es despojarse del gesto facial y aprovechar la
riqueza del gesto corporal. Cuando se trabaja en el espacio vacío es importante
saber hacer uso del cuerpo.
Como creadora,
docente, ser humano, la frase: “Ver todo como si fuera la primera vez”, ¿en qué
te ha ayudado?
En el placer de vivir, soy una persona demasiado expresiva. La vida es
complicada… encontrar trabajo, por ejemplo, y una vez que lo tienes nunca te
despojas de la crisis económica constante, entre otras cosas, pero el lema de
“ver todo por primera vez”, me ha ayudado a ser un poco más feliz. Resulta muy
agradable tomar esta inocencia; no se trata de nublar la vista a los problemas,
sino de reflexionar y asumirlos, para ir hacia ellos y vencerlos. Como el viaje
personal al que invita Lecoq, después de emigrar por todos los ecosistemas
también nos damos cuenta que son lugares con cambios climatológicos, donde
tenemos que luchar por la propia vida, para terminar contemplando una puesta de
sol. Si lo tomas como una filosofía de vida estás listo para otro viaje. ♦
Por Makame Lara